domingo, 31 de marzo de 2013

El cazador y la perdiz.

El cazador y la perdiz.

Una perdiz en celo reclamada
vino a ser en red aprisionada.
Al cazador la mísera decía:
-Si me das libertad este día,
te he de proporcionar un gran consuelo.
Por este campo extenderé mi vuelo,
juntaré a mis amigas en bandada,
y tendrás, sin costarte dos ochavos,
doce perdices como dos pavos.
-¡Engañar y vender a tus amigas!
¿Y así crees que me obligas?
-Respondio el cazador-. !Pues no, señora:
mure, y paga la pena de traidora¡

Felix M. Samaniego

Moraleja:
La traición, aun soñada, es detestable.

La cucaracha comelona

La cucaracha comelona

A una cocina sucia y descuidada
con restos de dulces
y hasta de carne asada,
un día llegó muy burlona
una cucaracha comelona. Y con paso
veloz saboreó un plato de arroz.
Por la estufa se apresura
y salta al bote de basura.
¡Qué banquete delicioso!
¡Por aquí hay un chicloso!

En la cocina sigue buscando y 
hasta la mesa llega volando.
¡Y se encuentra un piloncillo y un
sabroso jamoncillo!

La cucaracha tanto comió,
que una indigestión le dio.
Pero un té de manzanilla se
receta la muy pilla. Y a la cocina
regresa por un helado de fresa.

Caricia

Caricia

Madre, madre, tú me besas;
pero yo te beso más.
Como el agua en los cristales
son mis besos en tu faz.

Te he besado tanto,tanto,
que de mí cubierta estás
y el enjambre de mis besos
no te deja ya mirar...

Si la abeja se entra al lirio,
no se siente su aletear.
Cuando tú al hijito escondes
no se le oye respirar...

Yo te miro, yo te miro
sin cansarme de mirar
y qué lindo niño veo
a tus ojos asomar...

El estanque copia todo
lo que tú mirando estás:
pero tú en los ojos copias
a tu niño y nada más.

Los ojitos que me diste
yo los tengo que gastar
en seguirte por los valles
por el cielo y por le mar...

Agradecimientos al autor:
Gabriela Mistral.

Pero el sueño no...

Pero el sueño no...

Para esta niñita
su madre compró
una linda cuna
y un blando jergón.

Pero el sueño no.

Para esta niñita
su madre le encargó
un ajuar bordado
con mucho primor.

Pero el sueño no.

Para esta niñita
su madre le pidió
al mejor platero
su alhaja mejor.

Pero el sueño no.

Para esta niñita
su madre guardó
el rico tesoro
de su inmenso amor.

Pero el sueño no

Para esta niñita
su madre buscó
cuanto hay en el mundo
y todo le dio.

Pero el sueño no,
que se le olvidó.

Agradecimientos al autor:
Germán Berdiales.

Los zapatos del novio.

Los zapatos del novio

El día de su boda, el novio se puso un
traje nuevo y limpió cuidadosamente
sus zapatos, Iba caminando, y de
pronto vio unos árboles llenos de
manzanas y quiso recoger algunas 
para llevárselas a su novia. Cuando el
novio terminó de cortar las manzanas
se dio cuenta de que sus zapatos
se habían manchado de lodo.
-¡No puedo ir a mi boda con los zapatos tan
sucios!- dijo el novio. Entonces le preguntó a
la yerba: -¿Podrías ayudarme a limpiar mis
zapatos? La yerba respondió:
-¡No! No quiero ayudarte. El novio siguió
caminando. Luego se encontró con una
vaca y le pidió: -¿Podrías comerte a la yerba
que no quiso ayudarme a limpiar mis
 zapatos? La vaca respondió:
-¡No! No quiero ayudarte.
No tengo hambre.
El novio siguió caminando
Luego encontró un palo y le dijo:
-¿Podrías golpear a la vaca que no quiso 
comerse a la yerba que no quiso ayudarme a
limpiar mis zapatos? El palo respondió: -¡No!
No quiero ayudarte.
No me molestes. El novio siguió caminando.
Luego encontró al fuego y le pidió:
-¿Podrías quemar al palo que no quiso
pegarle a la vaca que no quiso comerse 
la yerba que no quiso ayudarme a limpiar mis
zapatos?
El Fuego respondió:- ¡No! No quiero ayudarte.
Estoy ocupado. El novio siguió caminando.
Luego encontró una fuente de agua y
le pidió:
-¿Podrías apagar el fuego que no quiso
quemar al palo que no quiso golpear a
la vaca que no quiso comerse la yerba
que no quiso ayudarme a limpiar mis
zapatos?
La fuente de agua respondió:
-¡No! No quiero ayudarte.
¡Déjame sola!
El novio siguió caminado.
Se sentía muy mal con sus
zapatos sucios.

Cuando estaba a punto de darse por 
vencido, el novio se encontró con un
perro y le contó que la yerba, la vaca,
el palo, el fuego y la fuente de agua no
habían querido ayudarlo. -Yo te
ayudaré -le dijo
el perro.

El perro fue a la fuente y le
dijo: -Me beberé tu agua,
por que no quisiste apagar
el fuego. La fuente contestó:
-No, no te bebas mí agua.
Apagare el fuego. El fuego
contestó:
-No, no me apagues.
Quemaré al palo. El palo
contestó: -No, no me
quemes. Golpearé a la vaca.
La vaca contestó:

-No, no me pegues. Me comeré la 
yerba. La yerba contestó:
-No, no me comas. Limpiaré los
zapatos del novio. Y así el novio, muy
elegante y con los zapatos muy
limpios, siguió su camino a la boda y
llevó las ricas manzanas a su novia.

miércoles, 27 de marzo de 2013

El pastor bromista


El pastor bromista

Un pastor que apacentaba su rebaño
bastante lejos de la aldea,
se entregaba a menudo a la siguiente broma:
gritando que los lobos atacaban su rebaño,
llamaba en su auxilio alos abitantes de la aldea.
Dos o tres veces los cándidos vecinos, asustados,
salieron precipitadamente en su ayuda, regresando
defraudados. Pero al fin, un día los lobos
se presentaron realmente, y mientras devastaban
al rebaño, el pastor se desgañitaba inúltilmente
llamando a los de la aldea en su ayuda,
pero éstos, creyendo que se trataba de una nueva
broma, no le hicieron caso alguno. Y así
perdió el pastor todos sus carneros.
Esopo

Moraleja:

Los mentirosos sólo consiguen una cosa:
que nadie les crea, ni aun cuando dicen
la verdad.

La calesita


La calesita

Vamos a la calesita
que ya se oye repicar
su ligera musiquita
como chorro de cristal.

¡Gira, gira, calesita!
Gira, gira, que se va
esta vuelta, y yo quisiera
seguir otra y otra más.

Calesita de mi barrio;
si te pudiera comprar,
todos los chicos del mundo
andarían sin pagar. 


Agradecimientos al autor:
Tilde Pérez P.

Nada más


Nada más

Con esta moneda
me voy a comprar
un ramo de cielo
y un metro de mar,
un pico de estrella,
un sol de verdad,
un kilo de viento,
y nada más.

Agradecimientos al autor:
María Elena Walsh.

Iremos a la montaña.


Iremos a la montaña.

A la montaña 
nos vamos ya,
a la montaña
para jugar.

En sus laderas
el árbol crece,
brilla el arroyo,
la flor se mece.

Qué lindo el aire,
qué bello el sol,
azul el cielo;
se siente a Dios.

Vivan mis valles
los calchaquíes
y mis montañas,
que al sol se ríen.

Agradecimientos al autor:
Alfonsina Stormi.

Señor Burrito


Señor Burrito

Señor Burrito
se puso las gafas,
se sentó en la butaca
y abrió su periódico.
"Qué idioma tan raro"
se dijo extrañado,
"Yo que soy tan sabio...
¡y no puedo entender!"
y lo que pasaba,
era que tenía el papel
al revés.

Agradecimientos al autor:
Celso Román.

jueves, 21 de marzo de 2013

Cu-cú cantaba la rana.


Cu-cú cantaba la rana

Cu-cú, cantaba la rana,
cu-cú, debajo del agua,
cu-cú, pasó un caballero,
cu-cú, de capa y sombrero.
Cu-cú, pasó una señora,
cu-cú, con falda de cola,
cu-cú, paso una criada,
cu-cú, llevando ensalada,
cu-cú, pasó un marinero,
cu-cú, le pidio un ramito,
cu-cú, no le quiso dar,
cu-cú, se echó a revolcar.

Poema argentino

Hojita de guarumal.


Hojita de guarumal.

Hojita de guarumal, donde vive la langosta
donde come, donde duerme, donde vive la
langosta.
Hojita de guarumal, donde vive la langosta
donde come, donde cena, donde duerme la
langosta.
Hojita de guarumal, donde vive la langosta
donde come, donde toma, donde duerme la
langosta.
Hojita de guarumal, donde vive la langosta
donde come, donde duerme, donde muere la
langosta.

Poema de Panamá.

El estornudo.

El estornudo

Vengo acompañado
por Don Resfriado.
Se sienten cosquillas
abran las sombrillas
y también la boca,
porque si no,explota.
¡Atchís!, mi saludo.
Soy el Estornudo.


Agradecimientos al autor:
Elsa Bonerman.

Pato, patito.

Pato, patito.

Pato, patito. pato patuleco,
qué feo caminas cuando estás en seco.
Pato, patito, vuelve a tu laguna,
y si estás triste, bebéte la luna.

Éste es el pato que aprendió la curacha
para zarandearse en la cucaracha.
pato, patito, pato patuleco
qué feo caminas cuando estás en seco.
Poema de Panamá.

Dienteflojo.

Dienteflojo

Dienteflojo, me hamaco
para allá, para aquí,
en mi cueva rosada,
chiribín chin chin.
Que me voy, que me caigo
en un chocolatín,
que me vulevo volando,
chiribín chin chin.
Los ratones me esperan
con un largo piolín,
para atarme y llevarme,
chiribín chin chin.
Y llevarme a su casa
de pelusa y maní.
Que me voy, que me caigo,
chiribín chin chin.


Agradecimientos al autor:
María Elena Walsh.

viernes, 15 de marzo de 2013

El caracol, la luciérnaga y el grillo.

El caracol, la luciérnaga y el grillo.

!Qué dichoso el caracol,
que tiene un casco de vidrio
y duerme bajo la col!
¡Más dichosa es la luciérnaga,
que por las noches se alumbra
con una verde linterna!
¡Pero más dichoso es el grillo
porque sabe una canción
para dormir a mi niño!


Agradecimientos al autor:
Fernando Lujan.

Una nena.

Una nena.

Había una nenita en Tacurí
que solamente hablaba con la i.
¡Qué papelón, un día,
delante de su tía,
en lugar de "papá", dijo "pipi"!

Agradecimientos al autor:
María Elena Walsh

Canción del niño que vuela.

Canción del niño que vuela.

El Niño dormido está,
¡y qué sueño está soñando!
¿Qué sueña? Sueña que vuela.
¡Qué bien se vuela soñando!
Abre los brazos, los mueve
como un ave, y ya volando...
¿Qué sueña? Que no es un sueño.
¡Qué bien se sueña volando!
En la cuna quieto está
pero sonríe, soñando.
¿Qué sueña? Que vuela, vuela.
¡Qué bien se vuela soñando!

Agradecimientos al autor:
José Sebastián Tallon.

La ronda de la Luna

La ronda de la Luna:

Luna, luna, luna:
Mira nuestra ronda,
blanca como tú,
como tú redonda.
Luna, luna, luna:
¿Juegas a la ronda?
¿Sabes la canción
de la infanta blonda?
¿Conoces la historia
de Caperucita?
¿Tienes madrecita?
Dile que esta noche
tú quieres jugar.
Baja, y con nosotro
ven pronto a cantar.

Agradecimientos al autor:
Gastón Figueira. 

martes, 12 de marzo de 2013

Pájaro loco.

Pájaro loco:

Pájaro loco,
toca la flauta,
la primavera
come naranjas.
Pájaro loco,
fuma la pipa,
la primavera
viene de prisa.
Pájaro loco,
sube la rama,
la primavera
vendrá mañana.

Agradecimientos al Autor:
María Elena Walsh.