El zorro y la cigüeña
Al zorro le caía muy mal su comadre la cigüeña.
Como pensaba que era muy tonta, quiso jugarle una
broma pesada. La invito a comer. Todos los majares
se reducían a una sopa con caldo, servida en un plato,
la cigüeña no pudo comer nada con su largo pico,
mientras que el zorro, sorbió y lamió perfectamente
todo lo que había en el plato.
La cigüeña se sintió molesta y quiso vengarse de
la burla de su compadre. A su vez lo invito a comer,
aceptando el zorro inmediatamente. A la hora señalada
fue a la casa de la cigüeña y encontró a punto,
olía muy bien el zorro estaba hambriento. Era
un sabroso salpicón. Pero, ¿cómo lo sirvió la
cigüeña? Dentro de una botella, de cuello alto
y angosta embocadura. El pico de la cigüeña
pasaba muy bien por ella, pero no el hocico del
zorro que tuvo que volver en ayunas a su casa,
orejas gachas y cola entre las piernas, avergonzado
por que, con toda su astucia, lo había engañado
una tonta cigüeña.
La Fontanie
Moraleja:
No hay que menospreciar a otros.Suelen ser más
inteligentes de lo que creemos.
Hasta el zorro mas listo se olvida que tiene
cola que le pisen.
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