No oigo, no oigo: soy de palo
Luisito era un niño muy enojón. Por
todo se enojaba.
Pero cuando más se enojaba era cuando
le pedían hacer mandados, dar recados
o cuidar a sus hermanitos.
Cuando le hablaban, Luisito se
tapaba las orejas y decía: -No oigo,
no oigo:soy de palo.
Y con eso hacía el tonto.
Luisito se enojaba tanto que pensaba:
-Ojalá que ya nadie me hablara.
Y un día, Luisito amaneció con mucha
fiebre. Le dolían mucho los oídos y no
podía oír lo que decían los demás.
Prendió el televisor para ver los
artistas, pero no pudo oír nada.
Entonces se preocupó mucho.
Vino el doctor a verlo y le recetó gotas
y pastillas.
Luisito duró ocho días sin oír nada.
Luisito estaba muy triste por que
estaba enfermo.
No podía salir a jugar y no podía oír a
los demás.
A los ocho días Luisito se alivió. Luisito
estaba muy contento.
Y desde ese día, nunca volvió a decir:
-No oigo, no oigo: soy de palo.
Libro de lecturas de primer grado (el de la portada del perrito)
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ResponderBorrarPunto manco
ResponderBorrarQuién es el autor de este cuento?.
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