LA LECHUZA TRAMPOSA
Erase una lechuza que vio en un palomar a unas palomitas muy bien alimentadas y se dijo:
—¡Ea!, me pintare toda de blanco y me iré a vivir con ellas. Asi no me faltará de nada.
Las palomas no reconocieron a la intrusa, mientras estuvo sin abrir el pico, hasta que un día se olvidó del papel que representataba y chilló como la lechuza que era. Las palomas la echaron a picotazos del palomar.
Desconcertada, regresó a la torre de la iglesia, pero sus compañeras reconocieron su plumaje blanco y la arrojaron de su lado. Así, por sus malas artes,
la pobre se encontró hasta sin su
propio refugio.
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